A menudo nos enfrascamos en buscar soluciones a nuestros problemas o en entender situaciones que nos ocurren, y acabamos metidos en un callejón sin salida sin conseguir averiguar dónde está el fallo o qué es lo que no estamos viendo.
Realmente en cada una de estas situaciones hay un factor común: no estamos siendo nosotros mismos.
Pero, ¿qué significa ser uno mismo? ¿qué es para ti ser tú mismo?
Si te paras a pensarlo verás que eres tu mayor desconocido. Y es que es muy difícil ser uno mismo cuando el problema de base, es en las mayorías de los casos que uno no sabe realmente quién es. Sabes tu nombre, apellidos, lugar de nacimiento, creencias religiosas, orientación política… es decir, tienes muy claras tus creencias, en las que has sido educado y con las que has crecido.
Pero éstas sólo hablan de una parte de ti, y muchas veces te limitan no permitiendo que seas quien realmente eres. Y es que tus juicios internos, derivados de esas creencias, impiden que puedas explorar otras formas de sentir y de actuar ante las situaciones que vives. Por eso se repetirán en tu vida hasta que te permitas buscar y entender, y con ello poder hacer algo diferente que te lleve a una solución.
En el momento en el que entiendes cuáles son los padrones que te conforman y las creencias que te limitan, empiezas a darte cuenta de que hay mucho más en ti que no veías. Que puedes observar la vida de otra forma y que tú también eres esa otra manera de percibir.
Cuando dejas de juzgar lo que sientes es cuando empiezas a abrirte a ti mismo dándote la oportunidad de estar más cerca de la totalidad que eres.
Ser uno mismo es la prueba más difícil que tenemos cada día, ya que nos identificamos tanto con el personaje limitado que creemos ser que salir de ahí requiere mucha constancia y determinación. Si además dudamos de si estamos o no en lo correcto la dificultad se multiplica, con lo cual ser uno mismo se convierte en el RETO.
No te confundas: no se trata únicamente de decir lo que quieres o no quieres. Se trata de tener la certeza interna y absoluta de que eso es lo que realmente quieres, y no otra cosa. De que lo que expresas no es para complacer o conquistar a nadie más que a ti.
